martes, 18 de marzo de 2014

UNA ACTRIZ Y UN REPARTO.


Aunque la película es de 2003, hasta ayer no la había visto. Ahora me explico perfectamente el éxito que tuvo la película y el espaldarazo que supuso para su directora, Isabel Coixet. Estoy hablando de "Mi vida sin mi".

Es una historia, aparentemente cotidiana, sólo aparentemente, de gente corriente, sólo aparentemente. Y lo grande de la película es que es muy creíble. Porque los actores lo hacen posible. La protagonista Sharah Polley y el resto del reparto.

Es muy probable que el hecho de que Sarah Polley sea también directora de cine, además de una larga carrera como actriz, le haya ayudado a interpretar este papel de una manera tan convincente.

Y tal vez tenga también algo que ver que la madre de Sarah haya sido directora de casting. Porque la elección de los actores es un elemento decisivo en esta película. Son ellos los que le ponen carne y huesos a los personajes. Es ese increíble oncólogo tímido que lleva caramelos de gengibre en el bolsillo y se hace cargo de un legado de cintas de cassette. Son esas niñas pequeñas que realmente parece que estén en familia. Es esa limpiadora de la universidad que vive obsesionada con la dieta, es la camarera que quiere ser Cher, la manicura de Segovia, ...

Una actriz, un reparto y una directora estupendos para una estupenda película.

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